—Por supuesto que si y ten por seguro que tu hijo no se va a enterar de absolutamente nada.

—Además y espero que esto no se lo menciones a Agnes, Drako acaba de sufrir otro atentado.

—Y ¿Cómo esta? —algo en mi interior le deseaba el mal, pero a la vez la conciencia no me dejaba externarlo como quiero hacerlo. Quizás muy en el fondo quiero que el imbécil que le hizo daño a mi mujer pierda la vida, asi resolvería la mitad de mis problemas.

—Bien dicen que hierva mala nunca muere, eso mismo le pasa a Drako cada vez que le disparan. Desconozco el lugar en donde esta hospitalizado, pero por lo poco que se es que recibió tres disparos, ninguno de gravedad.

—Ahora comprendo tu preocupación y te pido lo mismo que acabas de pedirme. Discreción Dorien porque aún no me has conocido del todo y espero que esto no suene a amenaza, pero no quiero que seas tu el que rebele el gran secreto de Agnes solo porque tu hijo está convaleciente en el hospital.

—Ten por seguro que asi como amo a Drako también