Desperté en mi cuarto con un dolor de cabeza terrible, cuando escuche que alguien se aclaraba la garganta y mire hacia la puerta, Iván estaba entrando con su mano acariciando su cabello y en su rostro pude ver lo apenado que estaba.
“Como te sientes, espero que mejor y de verdad siento mucho lo que tuvimos que hacer, pero estabas como loco, teníamos miedo de que pudieras lastimarte” dijo Iván.
“Lo sé y se los agradezco” le dije agradecido y me levanté de la cama.
“Hansen, aun estas débil deberías descansar un poco más”.
“No puedo, no hay tiempo Alania no tiene tiempo, necesitamos actuar ya” dije y me dirigí a mi oficina.
“Llama a Elena y Sebastián, diles que los espero en la oficina y vengan ustedes también, dile a Lexie necesitamos planear nuestro siguiente movimiento