– ¡Servicio a la habitación! –me estremezco bajo las sabanas, siento el abrir de las cortinas y al incorporarme me encuentro con un sonriente Mark y a su lado mi tía. –Buenos días, hermosa.
–Hola Mark, tía, ¿Qué tal? –esta se acerca y me rodea con sus brazos.
– ¿Estas mejor? –asiento levemente. – ¿Qué es todo eso? –señala a un lado, observo las pastillas, la jarra de agua, una nota con todas las horas en que debo tomar cada pastilla y algunos chocolates.
–Bueno, eso…
–Fui yo mamá –Mark se apresura, observo a mi primo. –Ayer antes de irme a casa pase por acá y le traje a Frida algunas cosas, al igual que unas frutas y jugos, ¿Verdad? –reprimo una sonrisa y asiento levemente.
–Bueno, iré a limpiar un poco el departamento, come todo tu desa