4

Capítulo 4

Me despierto con el estruendo de mi puerta siendo tocada, me duele un poco la cabeza, imagino que por el loco día que tuve ayer, me levanto y abro, me molesto y mi cabeza duele más al ver que es Rebeca.

No me mires con esa cara – me pide, me maravilla su descaro

¿Cómo pretendes que te mire? – le pregunto, me quito de la puerta para que pueda pasar dentro – siempre supe que al final eso me sucedería, tienes la costumbre de abandonarme en la primera de cambio, así que, si soy sincera, no me sorprendió

Oye, de verdad lo siento, ¿Cómo iba a imaginarme que algo así te sucedería? – me pregunta

¿Cómo te enteraste? – baja la cabeza

Te vi salir del bar con el hombre que conociste antes en el restaurante, cuando pregunté me contaron lo que había sucedido – me explica

Mira – suspiro – no tenías siquiera que imaginarte absolutamente nada, por una cuestión de lealtad si estamos bebiendo y vas a abandonarme, al menos tienes que comprobar que me vaya a casa segura – es lo que hago siempre que salgo, o, mejor dicho, que salía con ella. Porque después de lo sucedido, no se me ocurriría volverlo a hacer

¿no me vas a perdonar? – pregunta haciendo pucheros falsos - ¿no te parece que estas exagerando un poco?

Dices eso porque no tienes idea por todo lo que tuve que pasar – le grito - ¿y sabes qué? No tengo siquiera deseos de verte, no te pienso perdonar al menos de momento y necesito irme a trabajar, así que te voy a agradecer que me dejes en paz – le abro la puerta para que salga, ella se ve molesta, como si tuviera razón para ello, la única que tiene derecho a estar molesta. Soy yo.

Me preparo para ir al trabajo con calma, si algo bueno tuvo que viniera Rebeca fue que me despertó en tiempo y no tengo que salir corriendo, esa idea me hizo pensar en el hombre que me mojo la última vez que Sali a prisa de Sali a toda prisa de la casa, de inmediato desecho el pensamiento, llego al trabajo media hora antes de tiempo y lo aprovecho para tomarme un café en la cocina.

Tu amiga aviso que hoy no podía venir – me está diciendo Ernest, él es el chef del lugar, y a diferencia de la impresión que da, es muy agradable

No quiero siquiera escuchar hablar de ella – le respondo

No seas así, ayer te cubrió cuando llego la noche estaba muy agotada – si es algo que ella haría, cometer errores y después tratar de arreglarlos a como dé lugar

Olvídalo, no quiero hablar de eso – le pido

Buenos días – entra saludando nuestro jefe – es una grata sorpresa verla aquí – me dice con sarcasmo – sepa que no la despido porque su amiga la cubrió apropiadamente y no me genero problemas, porque de lo contrario estaría ahora mismo en la calle – me informa, veo a un chico a su lado, se parece bastante a él así que supongo que es el hijo del que siempre está hablando, según él una lumbrera, está en la universidad y es el mejor de su año, sabrá dios si todo eso es cierto – él es mi hijo James – se dirige a todos – va a estar ayudándonos por aquí mientras duren las vacaciones, espero que no se aprovechen y lo carguen de trabajo – para que lo trae a trabajar si no quiere que trabaje – ayúdalo – me dice casi ladrando, se va dejando al chico con nosotros, hace un asentimiento a los demás y luego se acerca a mí, lo miro de pies a cabeza, no es un hombre feo, pero no es atractivo, tiene algo que lo hace ver muy infantil

Mucho gusto – me tiende la mano – ya sabes mi nombre, ¿cuál es el tuyo? – le estrecho la mano

Yo soy Sara – me presento – no se en que su padre quiere que lo ayude, así que si necesita algo es solo decirlo – me sonríe, sus dientes casi me deslumbran, nadie puede ser así de perfecto

¿Qué le parece si sale conmigo? – niego, no es algo que me apetezca hacer

Lo siento, pero yo no estoy interesada en salir con nadie – ni siquiera tengo tiempo para eso – y además, tampoco lo conozco lo suficiente como para querer salir

¿entonces necesito pegarme a usted hasta que me conozca, es algo que puedo hacer – niego

Eso tampoco le va a funcionar – dejo que sepa – estoy demasiado ocupada como para querer estar con nadie – asiente, pero sé que no me está prestando atención

Eso no me impide intentarlo – no me deja decir nada más y se marcha, me está volviendo loca, en realidad es como para desesperarse con su actitud, y así, desesperada es como me encuentro, han pasado siete días desde que llego y como me dijo que haría, no se ha separado de mi lado

¿podría por favor detenerse? – le pido porque estoy perdiendo os estribos

¿detenerme de qué? – me pregunta como si no fuera obvio lo que estoy diciendo

Me estas acosando – ya que se hace el que no sabe, le voy a decir claramente – yo solo intento hacer mi trabajo y tú me persigues de una forma desagradable, por favor. Detente – me mira serio, es la primera vez que veo esa expresión en su rostro

¿te parezco feo? – suspiro

No tiene nada que ver con tu apariencia, es simplemente que no quiero salir contigo – me toma de la muñeca, la cara que tiene me da un poco de miedo, pero me niego a retroceder cuando intenta que lo haga

Me parece que he sido muy bueno hasta ahora, intente ser condescendiente porque me parecías una buena chica, poro entiende lo que te voy a decir, tienes pocas opciones porque no estoy dispuesto a retroceder

¿de que estas hablando? – se ríe y acerca su rostro al mío

Es muy simple, si no quieres que te despidan, algo que va a ser muy simple porque no eres de las mejores empleadas, ni siquiera me parece que le agrades a mi padre, tu única alternativa es ir a salir conmigo, hoy de ser posible – voy a responderle que se vaya al demonio, pero sube una mano y me detiene antes de que lo haga – esa es una decisión muy importante, así que no respondas de inmediato, tomate tu tiempo, el sustento es importante – a ver si sabe que el sustento es importante, porque demonios juega con él, se marcha haciéndose el interesante

Sara – me llama el chef

Diga chef – le respondo, nunca me llama en vano, lo que quiere decir que me necesita

Hay un comensal muy importante que quiere verla, por favor vaya a la mesa doce – me pide desde la puerta de la cocina, salgo de la trastienda, miro a la mesa doce y veo a Andy con su padre, camino en su dirección, pero me siento aprensiva al respecto, suspiro antes de llegar junto a ellos

Buenos días – los saludo - ¿en qué puedo ayudarlos? – el niño me mira y su rostro se ilumina, se para frente a mí y tengo que mirar abajo para ver su pequeña cara

Estoy muy molesto contigo – me dice cruzándose de brazos, me agacho frente a el

¿y por qué estas molesto conmigo? – le pregunto

Porque no has ido a verme, te estuve esperando durante la última semana y no viniste ni una vez – si soy sincera no creí que me cruzaría con ellos ni una vez, hasta hace una semana nunca los había visto, pero supongo que cuando los destinos se cruzan es difícil que vuelva a ser como antes

Lo siento, es que he estado demasiado ocupada con el trabajo, pero he pensado en ti – en él y en su padre

Si estas tan ocupada que no tienes tiempo, deberías de dejar el trabajo y venir a ser la niñera de Andy – nos dice Eidan sin prestar verdadera atención

¿Quién es usted que viene a robarse a nuestras empleadas? – le pregunta James, debe de haber estado mirándome desde que Sali de la trastienda, Eidan se pone en pie

Mi nombre es Eidan Tide, presidente del grupo Galat y un hombre que ya durmió con ella – me molesta que diga eso, ni siquiera tiene el sentido que todos van a darle

¿puedes dejar de hablar tonterías? – le pregunto muy molesta poniéndome en pie frente a ambos, me ignora de manera total

¿tu eres? – le pregunta a James

Mi padre es el dueño de este lugar – Eidan se ríe – creo que va a ser mejor que se valla – le pide

¿Qué edad tienes para decirlo de esa forma? – lo mira de forma asesina - ¿crees en serio que soy alguien a quien puedas sacar a tu antojo? – James da un paso atrás, Eidan vuelve a sentarse – Sara – dice mi nombre con autoridad – sirve nuestra comida y como la vez anterior siéntate con nosotros – mira a James – me da igual si va a llamar a su padre o a informarle que voy a tomar prestada a su empleada como la vez anterior, tú decides – los dejo a solas en su guerra de testosterona y voy con Andy de la mano a la cocina

Ordena lo que quieras – le guiño el ojo – el chef lo va a hacer por ti

¿en serio? – me pregunta

Por supuesto – es Ernest quien responde – tu solo dime lo que quieres – le dice el nombre de algunos platos que n se cómo un niño de su edad conoce, cuando terminan su charla lo regreso a la mesa, y me quedo en la cocina hasta que esta la comida, luego la sirvo, me voy a retirar y Eidan me sujeta de la mano

Siéntate – me mira, sé que ponerme a discutir con él así que lo hago

No puedes venir aquí cuando te plazca y hacer este tipo de cosas – le recrimino

Solo te estoy alimentando mientras complazco a mi hijo – me mira serio – tampoco quiero que lo hagas de gratis, te estoy pagando por ello

No quiero que me pagues – el niño mira de un lugar a otro

¿es ese tu novio? – señala tras de mí, miro en esa dirección y esta James matándonos con la mirada

Yo no tengo novio, no tengo ni quiero una relación – suspira

Me alegra, es un hombre bastante desagradable – y sí que lo es, pero me ahorro el decirlo

Si lo fuera, tampoco es tu problema – no comprendo por qué tengo la necesidad de ser así de dura con el

Me alegra que estes llegando temprano a casa últimamente – cambia por completo el tema de conversación

¿Cómo sabes que estoy llegando a casa? – le pregunto, ese comentario me deja un poco descolocada

¿no lo estás haciendo? – me pregunta el a mi

Eso es irrelevante, quiero saber cómo tú lo sabes

Solo lo supuse – no se si creerle o no, pero sé que, si no quiere decirme la verdad, no va a hacerlo

Da igual, llego a mi casa a la hora que estime pertinente – parezco una tonta dando respuestas tan infantiles, sin embargo, es la forma en la que me puedo revelar ante su actitud.

Esta vez Andy y Eidan se van en cuanto comen, el niño está tranquilo, como quien sabe algo que los demás no, yo termino mi turno con el acoso de James, luego voy a mi casa, me ducho y me dispongo a dormir, estoy tan agotada que ni siquiera tengo hambre, sin embargo, mi teléfono suena, respondo y es Rebeca, su voz me deja saber que está bastante ebria.

Yo lo siento – me está diciendo, y aunque no la puedo ver sé que está llorando

¿Dónde estás? – le pregunto, me preocupa que este en problemas, soy así de tonta – deja de comportarte así, ve a casa y mañana al restaurante, creo que vas a tener que rogar para conservar tu trabajo

Ese trabajo no me importa – sorbe su nariz – estoy así porque sé que cometí un error imperdonable contigo – sigue llorando, suspiro

Dime donde estas para ir a buscarte – salgo de la casa hacia la dirección que ella me envía, es el mismo bar en el que me metí en problemas, pero necesito entrar así que respiro profundo antes de encaminarme a la puerta, una vez dentro la localizo de inmediato, está en una de las primeras mesas con la cabeza hacia abajo – vámonos de aquí – me mira

Sara – comienza a llorar en cuanto dice mi nombre – lo siento

Ya está bien, tampoco es para tanto – le respondo, la ayudo a levantarse del asiento y la saco casi a rastras del bar, mi pecho se calma después de estar fuera, ese lugar aun me aterra y me hace pensar en mi salvador

¿de verdad me perdonas? – asiento

Ya no importa, no vuelva a hacer esto – le pido – detengo un taxi y la llevo a mi casa, cuando llegamos esta casi dormida así que apenas hablamos, me vuelvo a bañar porque ahora huelo a alcohol por todo mi cuerpo y me acuesto, miro mi reloj y son más de las doce de la noche, por eso me asombro cuando mi teléfono vuelve a sonar - ¿y ahora qué? – le digo al aparato, lo tomo en la mano y es un mensaje

ESTOY INSATISFECHO, HUBIERA SIDO MEJOR QUE SIGUIERAS CON TU RUTINA DE REGRESAR TEMPRANO A CASA

Suspiro, es obvio que es Eidan, el muy loco me tiene que estar vigilando, no sé si debería asustarme al respecto.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo