—Adele…— susurró —¿Adele?— comenzó a sacudirla con delicadeza, más ella no respondía a ninguno de los estímulos que el mayor le daba.
—Papi— llegó Joel asomando su cabecita por la puerta —¿Qué le pasó a mamá? ¿Está durmiendo?— preguntó acercándose más al lugar.
—Mami no se siente bien, así que debemos llevarla con el doctor— explicó Thoma y le pidió a su pequeño que fuera por la cartera de la chica.
Minutos después y gracias a la oportuna atención del médico, Adele se encontraba estable, el encargado, salió en busca de Thoma para informarle del estado de la menor.