Nolan se rio entre dientes, abrazó a Maisie por el hombro y tomó el papel. "Puedo, pero...". Se inclinó más cerca: "Quiero una recompensa".

Maisie miró a Quincy por el rabillo de su ojo. "No mires".

Quincy miró en silencio por la ventana. “No lo haré, pero háganlo rápido. Necesito conducir”.

Maisie besó a Nolan en los labios, lo que le hizo mostrar una gran sonrisa y la atrajo hacia él para darle un beso más profundo.

Después de un minuto, se apartó con la cara completamente sonrojada y se aclaró la garganta. “Quincy, ya puedes conducir”.

Quincy suspiró. No debió quedarse en el coche.

Nolan cogió la computadora portátil y abrió una aplicación mientras Maisie se inclinaba para mirar, acercando la cabeza a su cuerpo. Al ver cómo aquella cosa peluda le tapaba la vista, sonrió sin poder evitarlo y presionó la cabeza de ella contra su pecho. "No me mires demasiado cerca. Es malo para tus ojos".

Maisie parpadeó y lo miró. "Lo sé, solo tengo curiosidad...".

Nolan rara vez utilizaba su