"Señor Hathaway, ¿así es como pones en ridículo a las mujeres a las que te acercas? Me tomé muy en serio lo que me dijiste". Jodie parecía muy decepcionada.

Por desgracia, este truco tampoco funcionó con él. "¿Hablas en serio? El otro día, ¿no te estabas haciendo la difícil conmigo?".

A ella se le ocurrió una excusa al instante. "Yo... solo necesitaba un poco de tiempo para pensarlo. No me estaba haciendo la difícil".

Yorrick sonrió. "Entonces, ¿me estás diciendo que ya lo pensaste bien?".

"Sí”. Jodie se acercó a él audazmente, tomó su mano y la presionó contra su pecho con todas sus fuerzas. “Esta vez voy muy en serio, Señor Hathaway. Esta noche puedo ser tuya si estás dispuesto a aceptarme".

La puerta de la habitación contigua se abrió en ese momento. Xyla, que se acababa de desmaquillarse, ducharse y todavía tenía el cabello mojado, salió al pasillo en bata para atender la llamada de un repartidor de comida.

Los ojos de los tres se fijaron el uno en el otro.

La mirada de Xyla