Vicente Santoro.
Tres años después.
Estos tres años han sido los mejores de mi vida, yo también me estoy haciendo mayor, ahora tengo cuarenta y ocho años y mi bella esposa tiene treinta y dos y todavía luce tan hermosa. Me alegré mucho cuando ganó un poco de peso durante el embarazo de nuestra hija, dice que se siente horrible, pero para mí todavía está caliente y solo con mirarla se me pone la polla dura. ''Amo a esta mujer más que a nada en el mundo, mi principessa es la segunda persona más importante en mi vida. Mataré a cualquiera que toque uno de sus pelos.
Hoy decidí viajar con ellos a visitar a los tíos de mi esposa en Brasil, obviamente envié a algunos de mis secuaces por delante a revisar el lugar, no quiero correr ningún riesgo con esa panda de idiotas estando en compañía de mi familia. ''Dijeron que en la zona donde viven hay muchos delincuentes y ladrones, los mato si intentan algo con mi preciosa familia, me importa un carajo la policía brasileña, es seguro que ganarán'