Intentando... Escogiendo.
— ¡Hola! ¿Estas loca o qué? ¡Deja de molestar!— oyó la voz al otro lado de la línea.
Así fue llamando a cada nombre que aparecía en la guía de teléfonos. Estuvo ese día marcando números sin obtener ningún resultado; nadie había abandonado a una niña hacía 18 años.
Otros la tildaban de loca, o falta de respeto, también la llamaban sin oficio; Alyssa terminó ese día con el corazón arrugado.
Lucas le dijo que no se rindiera, que debía tener presente que no sería tan fácil conseguir a una persona después de 18 años.
—¿ Y si publico una foto de la joya, Lucas?— pregunto Alyssa.
— Creo que atraerás a muchos codiciosos y estafadores—dijo Lucas.
— Tienes razón, lo mejor es tener paciencia— dijo Alyssa.
—Quizás podrías poner un anuncio en el periódico— dijo la hermana Agnes— que diga: "Busco señora, que haya abandonado a las puertas de una iglesia una niña, llamada Alyssa Wright.
—Eso es más razonable— dijo Lucas— recuerden, que hay que tener cuidado con lo que se informa.
— Sí, la gen