Los dos hombres se detuvieron y miraron. Allí estaba aparcado un Phaeton negro y un hombre apuesto salía del coche.

Parecía ser una persona rica. Los dos hombres se miraron y advirtieron:

"¡Ocúpate de tus propios asuntos!"

Benjamín cerró la puerta y avanzó. Ignoró sus advertencias y miró a Janice. Luego les dijo a los dos hombres: "¿Adónde la llevan?"

Los dos intercambiaron una mirada.

"No es de tu incumbencia."

Benjamin se burló. "Ella es mi amiga. ¿Crees que tiene algo que ver conmigo?"

Los dos hombres quedaron atónitos.

Probablemente no esperaban conocerse.

Los dos se susurraron el uno al otro durante un rato antes de soltar a Janice.

"¡Tienes suerte hoy!"

Los dos se fueron mientras maldecían.

"Hermano, ¿qué debemos hacer? ¿Dejarla ir?" "¿Qué más quieres? El estaba mirando." Los dos murmuraron y se fueron.

Benjamín miró las espaldas de los dos hombres que se iban. Frunció el ceño y luego dio un paso adelante. "¿Estás bien?"

Janice le acarició el brazo dolorido y negó