“Detente”, dijo Scarlett mientras intentaba empujar a Kaleb de ella. Se rio y le recordó: “Nuestros invitados están esperando, Kaleb. ¿En serio?”.

Los dos se encontraron en su cambiador designado dentro del centro de convenciones. Liam estaba en su habitación, junto con Boris, cambiándose a su próximo atuendo.

Se suponía que Scarlett sería atendida por los estilistas de boda, pero Kaleb insistió que él tenía que hacerlo por su esposa. Los estilistas no pudieron negarse. Él era el que estaba pagando todo, después de todo. Todo lo que podían hacer era esperar.

Tras su negación, Kaleb agarró la mano de Scarlett y la llevó a su dura entrepierna. Reveló: “Estoy tan excitado, necesito quitarme esto de encima. Solo necesito un rapidito. Cinco minutos, gatita, cinco minutos”.

“¿Cómo es que estás excitado en un momento como este? ¿Desde cuándo tienes una erección?”, preguntó Scarlett mientras seguía riéndose de su bulto.

“¡Cuando dijiste que sí!”, admitió Kaleb antes de que un siseo salier