La familia Ramírez tampoco dejaría en paz a Ximena.
Quizás sería mejor que Ximena retrocediera ahora.
Después de acomodarse un rato en los brazos de Sofía, Mariana se llevó a Felicia.
—¡Esta es mi ahijada! —dijo Mariana abrazando a Felicia y dándole algo de comer.
Sofía sirvió una bebida y levantó su vaso.
Ximena sirvió una cerveza: —Sofía, gracias por ayudarme a conseguir el trabajo con el señor Sánchez. Si algún día necesitas algo, puedes contar conmigo.
Ahora, Ximena considera a Sofía u