CAPÍTULO 23. Nada que perder.
CAPÍTULO 23. Nada que perder.
Les gustara o no, para aquel punto la cadena televisiva no podía parar aquella entrevista sin crear un escándalo aun mayor y o a costa de los entrevistados, sino de su propia periodista, así que dejaron el programa correr mientras varios participantes de la audiencia se levantaban y les hacían preguntas a Elijah y a Lynett.
Unas demasiado inocentes, como dónde se habían conocido. Otras demasiado invasivas, como cuál era su posición favorita.
—¡El sofá! —exclamó Elijah levantando un puño a modo de vikingo victorioso—. No sé si cuente como una posición, pero ¡el sofá!
Un coro de voces masculinas casi aullaron en respuesta y Lynett golpeó su hombro.
—¡Elijah!
—¿Quéeeeee? Nena, ya todo el mundo sabe que somos unos calenturientos, ¿para qué lo vamos a negar?
Un segundo después salía en la pantalla trasera una foto de ellos en aquel sofá de la casa de modas, bastante decente siendo que la habían tomado desde una ventana alejada, y Lynett se cubrió el rostro, av