Continuación de capítulo anterior

No soy tonto, trata de imponer su voluntad sobre la mía - «Esta mujercita nos dará problemas»- Me dice Elric.

-Pueden pensarlo en las mazmorras de la manada, no confío en los extraños, mientras no hagan, el juramento serán extraños- Les digo con una sonrisa de triunfo.

-Mi familia y yo queremos hacerlo ahora- Escucho una voz ronca, que viene desde atrás, el hombre que se me acerca es bastante grande, con una gran barba, puedo ver que ha sido afortunado, no solo su esposa es loba pura, sino tiene cuatro cachorros de edades seguidas.

La mujer le envía una mirada asesina, él la ignora y se me acerca, notó en su apariencia que, a pesar de ser fuerte, no se ha podido alimentar bien.

-Usted ha dicho que lo más importante para usted es la manada, le daré mi absoluta lealtad, si garantiza que mi familia tendrá asilo, comida, abrigo y un lugar donde puedan llamar hogar.

-Siendo miembro de la manada puedo garantizar asilo, comida y abrigo en cuanto al hogar lo