-¡Buenas tardes! – Dijo el señor Duncan para saludar a aquella mujer, cuya presencia allí era un misterio –
-¡Buenas tardes señor Duncan! – Dijo la mujer pasándose la mano por el cabello y echándoselo hacia atrás – Se preguntará cuál es el motivo de mi visita hoy en esta casa –
-Siendo honesto, sí. Me lo estaba preguntando – Dijo el señor Duncan sentándose en uno de los muebles individuales, lejos de ella –
-Pues, la junta coordinadora tendrá una muy importante reunión con el alcalde para hablar sobre las donaciones que recibirá la escuela y – Dijo acercándose hasta la esquina del sofá que la ubicaba al lado del señor Duncan – Me estaba preguntando si quisieras acompañarnos para darnos el apoyo de miembros del comité –
-Por supuesto – Dijo el señor Duncan – ¿Cuándo se llevará a cabo ésta reunión? –
-El próximo sábado. Será un almuerzo en el salón de juntas de la escuela – Dijo la mujer tomando una de las manos del señor Duncan –
-¡Qué lástima! Pero el sábado no puedo – Dijo el señor D