Lawson miró de reojo a la loba sentada al lado de él. Ella parecía relajada a pesar de estar de polizones en un barco y escondidos. Al menos ya habían empezado la marcha y la oscuridad pronto los haría presa de sus entrañas. Y lo más sorprendente es que ella hasta tenía los ojos cerrados y la cabeza recostada hacia atrás.
-En serio vas a dormir en esta situación- él no pudo evitar preguntarle completamente curioso.
Raven abrió sus ojos con tanta lentitud que Lawson pensó que nunca lo haría, y pestañeo seguidamente, solo para que los párpados volvieran a caer.
-No vendrá nadie hasta un poco después del amanecer- ella habló en un susurro y su cabeza colgaba hacia los lados con los movimientos del barco- Nos vendría bien descansar un poco antes de llegar-
Lawson notó el cansancio en el rostro de ella. Y aunque la escuchaba todavía tenía otras preguntas.
-Tú celo, ¿lo estás llevando tan mal?- él aún se preguntaba cómo no había vuelto a reaccionar. Por lo vi