Mateo En la penumbra, mi corazón late con furia contenida al contemplar al hombre que ha desgarrado mi mundo. Frente a mí, el rostro imperturbable de aquel que arrebató la vida a mi exesposa Ana y sumió a mi familia en un abismo de dolor. Recuerdo el dolor en los ojos de Nicole, mi nueva luz, cuando me contó que él la violó , dejando cicatrices que ningún tiempo podrá borrar.La sala está impregnada con la amargura de la venganza que he anhelado durante tanto tiempo. Cierro los puños con fuerza, recordando cómo este monstruo se llevó la vida de la madre de Nicole, sembrando desolación en mi princesa. Mi hermana Irina también lleva las marcas de sus crueles acciones.Mis ojos se encuentran con los suyos, reflejando la tormenta de emociones que bulle dentro de mí. La justicia, aunque tardía, se manifiesta en el momento en que nuestras miradas chocan. La sed de venganza se entrelaza con la tristeza y el vacío que ha dejado en mi alma la pérdida de quienes amé.Este es el instante en el q
Mi nombre es Nicole Briss.Mi padre trabajaba en el ejército, pero desgraciadamente perdió la vida en una misión muy importante contra una red de tráfico de personas.Organizaron una emboscada para rescatar a las víctimas y atrapar a los captores, pero descubrieron que era una emboscada de parte de los narcotraficantes. Al parecer, alguien vendió su ubicación al enemigo y colocaron un explosivo.Mi padre decidió cubrir a su superior el Coronel Rafael Spencer mientras este ayudaba a las personas a huir junto con otros compañeros; luego intentó escapar, pero ya era tarde y el lugar explotó.Cuando murió papá, yo tenía ocho años. Mi mundo se detuvo. A pesar de que lo veía en pocas ocasiones debido a su trabajo, teníamos una relación muy sólida.Esperaba paciente todos los días para volver a verlo y que él me salvara del sufrimiento que era mi vida.Mi madre toda la vida ha sido adicta al alcohol y otras sustancias. Cuando ingería sustancias, era muy agresiva conmigo. Le tenía terror y me o
Aún no puedo creer la forma miserable en la que aquel hombre me trató; sin embargo, en el fondo, sé que no debí esperar nada diferente, ya que Noah nunca ha ocultado la clase de basura que es.Mientras procesaba la amargura en mi pecho, noté varias llamadas perdidas de mi madre. El simple pensamiento de escuchar su voz me llenaba de aprehensión. No quiero ver a esa mujer, porque cada vez que me llama, es para pedirme dinero destinado a sus inyecciones. A veces, desearía que su destino final fuera una sobredosis para liberarme de esa carga constante.— Nicole, ¿qué te ocurre? — preguntó Rafael, notando la sombra en mis ojos.— Nada, solo estoy cansada — respondí , tratando de ocultar las emociones que me embargaban.— No me engañas, es evidente que lloraste. ¿Es por Lorenzo? — insistió Rafael, preocupado.Él piensa que sigo enamorada de mi exnovio. No me he atrevido a decirle lo que pasó entre su hijo y yo, no soportaría que el único papá que he conocido me desprecie.— No tiene que ver
Coronel Noah Spencer.Me embarga un enfado profundo hacia Nicole, esa mocosa. Después de nuestra acalorada discusión, se marchó, y desde entonces, no he recibido ni una pista de su paradero.¿Quién se cree que es para andar sola por ahí?Imagino que está con ese miserable de Lorenzo o alguno de sus otros tantos amigos. La sola idea de que esté cerca de otro hombre después de la manera en que se entregó a mí es insoportable.Aunque poseo considerablemente más experiencia que ella, debo admitir que me dejó completamente trastornado en la cama. Ha sido una de las experiencias más intensas que he vivido, y deseo fervientemente repetirla una y otra vez con ella. Cada detalle de aquel encuentro se ha grabado en mi mente, creando un deseo voraz de revivir esa pasión única que solo ella ha logrado despertar en mí.Su piel, tan suave bajo mis dedos, sus labios que parecían un llamado irresistible. Cada rincón de su cuerpo, aún virginal, su cabello ondulado y en tono café y sus ojos verdes.. La
Nicole Briss Al despertar, me encontré en una cama en una habitación desconocida, rodeada de mujeres ocupadas vistiéndose y maquillándose. La perplejidad se apoderó de mí al darme cuenta de que mi madre me había vendido a este lugar. Mis ojos se posaron en una mujer que parecía ser la jefa. Con autoridad, les indicó a las chicas que se prepararan para la noche, mencionando la llegada de personas importantes. Su tono sugería la importancia de impresionar a estos invitados desconocidos, dejándome intrigada sobre el misterioso evento que se avecinaba.— Bienvenida, querida. Los doctores ya te han examinado, y según sus informes, han determinado que ya no eres virgen. No recibirás un trato especial.— Me informa.—No entiendo, puedo pagar el dinero que mi madre debe.— Propuse.Sonríe de manera siniestra— Oh, cariño, el pago no será con dinero. Lo pagarás con tu cuerpo.— ¡No puedes hacer esto! Es inhumano.— Exclamé Ríe con desdén— Querida, aquí las reglas son diferentes. Si quieres sald
Mateo RinaldiAl mirarla, una atracción hasta entonces desconocida se apoderó de mí. Su apariencia irradiaba una inocencia que destacaba entre las mujeres que habitaban este sombrío lugar.Sus cabellos ondulados caían con gracia, siguiendo cada curva de su cuerpo como una suave danza caprichosa.Resaltaban sus ojos verdes oscuros, profundos y misteriosos, como pozos de esmeraldas que capturaban la atención de cualquiera que se aventurara a mirarlos. Mi presencia en este bar de mala reputación fue más por obligación que por elección, impulsada por la insistencia de mi hermano menor, D'Alesio, quien tenía negocios pendientes con el dueño del establecimiento y ansiaba disfrutar de la velada. Sin embargo, no lamento haber venido, pues aquí encontré a una hermosa Principessa.La conduje hacia una de las habitaciones designadas y con cuidado la recosté en la cama. Mientras retiraba su vestido con suavidad, noté varias marcas en su cuerpo, como cicatrices. Debían formar parte de su niñez, d
Me desperté confundida, con un dolor de cabeza intenso y lágrimas corriendo por mis mejillas al darme cuenta de que solo llevaba puestas unas bragas y estaba envuelta en sábanas que no reconocía. Al explorar la habitación lujosa, entendí que estaba en la casa de un cliente y me invadió la horrible sensación de haber sido abusada.Me sentía completamente sola, excepto por una bandeja de desayuno con una rosa blanca y algunas prendas sobre una silla. Decidí vestirme con la ropa interior y un vestido blanco adornado con flores, buscando algo de control en medio de tanta confusión.Bajé las escaleras, sosteniendo un florero, y entré en la sala de la mansión. Ahí estaban dos hombres: uno moreno con una mirada intensa y otro rubio cuyos ojos miel con destellos de verde, aunque hermosos, destilaban maldad. —¿Por qué estoy aquí?— Pregunté confusa —No debiste despertar.— Pronuncia el hombre moreno molesto mientras intenta acercarse a mí; sin embargo, el rubio le hace una señal para que se de
Coronel Noah Spencer Me consumen la rabia y la impotencia mientras estoy atrapado en esta celda, enfrentando a D'alesio Rinaldi, el hermano menor del responsable de la pesadilla que vive mi Nicole. Cierro mis puños con fuerza, prometiéndome a mí mismo que este infame pagará por cada lágrima que ha hecho caer su hermano a mi mujer.No puedo comprender cómo permití que ella cayera en las garras de este monstruo, pero ahora mi única misión es recuperarla.Observo a D'alesio con ojos ardientes de ira, jurando venganza. Mi mente maquina estrategias para hacerlo sufrir tanto como Mateo hace sufrir a Nicole.Será el peón en este macabro juego si es necesario. No me detendré hasta que ella regrese a salvo.D'alesio sonríe con desprecio, observandome a través de los barrotes de la celda.— Parece que el tiempo no ha hecho mella en ti, Noah. Sigues siendo el mismo cobarde de siempre. ¿Crees que puedes cambiar las reglas del juego solo porque ahora tu hermanita está en peligro?— Se burla.Apre