Mateo

He intentado consolarla, pero es evidente que está destrozada. Afortunadamente, el médico la revisó y, por suerte, mi bebé está perfectamente bien a pesar de la fuerte impresión. Mi Nicole, mi princesa, es la mujer más fuerte que he conocido en toda mi vida. Su fortaleza se mantiene firme, incluso en los momentos más difíciles, y la admiro más de lo que las palabras pueden expresar.

Le pedí a Irina que se quedara con Luca, y la estoy abrazando. Sé que está triste, pero al menos permite que la toque. Mis manos se deslizan hacia su estómago, y por primera vez, siento los suaves movimientos de mi niña pequeña. La conexión con ese momento especial, donde la vida se manifiesta a través de esos movimientos, añade un toque de esperanza y consuelo en medio de la oscuridad que nos rodea.

— Nicole, lo siento tanto. No puedo imaginar lo que estás sintiendo ahora.— Le digo

— No te preocupes, Mateo. Mi madre fue un desastre conmigo, no merece mis lágrimas.

—Aunque haya sido difícil, ella s