Como Ben había predicho, John llegó después de Sylvia y Odell.
Ya estaba estacionado frente a su casa, y tan pronto como vio el auto de Sylvia y Odell estacionando en el camino de entrada, salió del auto con Caprice en sus brazos.
Sylvia pidió a la tía Tonya y a Sebastian que ayudaran a la señora Carter a entrar a la casa. Luego dio un paso hacia John, con la mirada fija en él.
Caprice estaba profundamente dormido en sus brazos.
Sin dudarlo, Sylvia exigió:
—Dame el bebé.
John sonrió, su voz mezclada con burla:
—Señora Carter, ¿no cree que es un poco extraño exigirme a mi hijo?
Sylvia lo miró con gélida indiferencia.
—Ella es la hija de Sherry.
—La de Sherry y la mía —corrigió John con una sonrisa.
Sylvia frunció el ceño, reprimiendo el impulso de mirarlo.
De repente se le ocurrió una idea. Dijo con firmeza:
—Estoy tratando de ponerme en contacto con Sherry también. Le pediré que venga tan pronto como reciba tus mensajes. Hace mucho calor aquí, deberías ven