John mantuvo una sonrisa comprensiva.
—Vine a hacerles una visita a usted y al Amo Carter. Pensé en ir a ver a Sherry ya que ya estoy aquí.
Las cejas de Sylvia se fruncieron, su tono reflejaba confusión.
—¿Tomar a Sherry? ¿No la has encerrado en tu casa todo este tiempo?
John fingió asombro.
—Ella se escapó anoche, ¿no te enteraste?
Sylvia dejó escapar un siseo exasperado.
—Tomaste su número de teléfono. ¡¿Cómo se suponía que iba a saberlo?!
La sonrisa de John se ensanchó.
—¿Cómo puedes saber que tengo su número si ni siquiera la conoces?
Sylvia reflexionó brevemente antes de explicar:
—La he contactado ocasionalmente, pero últimamente ha habido un silencio total. Asumí que fuiste tú quien confiscó su teléfono. ¿Cómo se suponía que escaparía sola?
—Es cierto, tomé su teléfono. Sin embargo, se las arregló para escabullirse durante la cena en mi casa sin avisarme hasta después —John respondió, dándole a Sherry una mirada escéptica.
Rápidamente, Sylvia pregu