Scarlet ese día llegó temprano a la casa. Ya sabía la forma en que Eagle actuaba. Si lo llamaba en caso que hubiera ido a trabajar, se escaparía para evitarla. Y para garantizar que eso no ocurriera volvió con dos horas de adelanto y ni siquiera lo llamó. Esperaba sorprenderlo y para su alivio así fue porque el joven estaba sentado en la mesa escribiendo cómodamente, mientras Rufus a sus pies jugaba con su peluche que estaba rompiendo.
En cuanto la sintió salió corriendo en su dirección y se puso en dos patas contra ella. Como estaba acostumbrada al enorme peso del perro se acomodó para recibir un lametazo en la cara y le sobó la cabeza.-Viniste- ella lo miró.-Hola- Eagle se levantó pero evitaba mirarla directamente a su rostro.-Hablemos- dijo ella cerrando con llave y dejando su bolso sobre el sofá. En su mano tenía una pequeña caja con donas que había comprado. Le gustaban mucho tanto a ella como a Rufus. Esperaba que a Eagle también porque lo notaba bien tenso.