Capitulo 04.| ¿Acaso acaban de robarme?

POV : TYRESSE.

¡Me siento estafado!

Esta noche, Roy, me citó en su departamento bajo la absurda promesa de disfrutar de un partido de béisbol, pero en lugar de eso se ha estado cambiándo indefinidas veces el atuendo para salir con una chica esta noche.

—¿Te apetece una cerveza? — Pregunté mientras buscaba en su refrigerador.

— Quiero que seas honesto, Ty.

¿que te parece ésta? — dice ignorando mi pregunta y yo sonreí apenas ví lo ridículo que se veía.

—¡Que carajo! creo que mejor te ofrezco un Daiquiri. — Me burlé mientras detallaba más de cerca el tono rosa en su camisa.

— Es la moda hoy en día, actualízate, además Tatiana ama este color. — Rodé mis ojos al escucharlo.

—Su nombre es Tamara, no seas idiota.. — giró su rostro hacía mi con algo de sorpresa.

—¡Oh! —Exclamó.—

—Bueno, eso no es tan importante. — Le restó importancia y yo suspiré preguntándome cómo diablos es que puede ser tan imbécil y aún así conseguir chicas lindas.

Roy es mi compañero de trabajo desde hace muchos años y también es el culpable de que regresara a la ciudad una vez más.

El asunto es que en el pasado ambos pasamos situaciones similares, yo trataba de sobrevivir al duelo por la pérdida de mi esposa y el se recuperaba de un terrible divorcio.

De cierta manera afrontamos una penosa separación, todo cambió cuándo decidí retirarme por un tiempo, pero años después nuevamente me convenció de regresar y juró mostrarme todas las ventajas de llevar la vida de soltero. «cosa que hasta el día de hoy aún no sucede»

Últimamente se ha obsesionado en conseguirme una cita y aunque ahora estoy decido a volverlo a intentar y buscar algo estable. No he conocido una mujer que me hiciera querer pasar a una segunda cita.

— No olvides que me prometiste aceptar una cita más Ty. Porque justo te conseguí la candidata perfecta.

— ¡Cielos! Ahí va de nuevo. — Le dí un trago a mi cerveza para pensar en una muy buena excusa, aún no me he recuperado de mis fracasos más recientes:

Chica #1

« Estoy casada pero quiero serle infiel a mi marido»

Chica #2

«Ya tengo más de 37, necesito Embarazarme para el próximo mes o mi matriz quedará infertil para siempre»

Chica #3

« Aceptarías ser mi papi azucarado, prometo ser una pequeña muy obediente, tambien podría vestir como una niña.»

— Estoy ocupado en un nuevo caso, Roy.

Quizás me lleve todo el fin de semana. —Me quejé.

aúnque no le estaba mintiendo, si tenía un nuevo caso, pero tampoco era tan importante.

— ¡Vamos hombre!

Prya dice que te va a encantar, es castaña, sexy, trabaja en una agencia de viajes y tiene casi tu edad no puedes negarte. — Terminé mi cerveza y suspiré resignado.

Se que no me dejara en paz hasta que salga con la chica.

—Esta bien, aceptaré, pero después de está cita y no habrá más... —El asintió complacido.

—Lo acepto, pero promete que cuando te des cuenta de que está si es la mujer de tus sueños me lo harás saber...

Y así podré decir «Te lo dije»

— Ok, ya debo irme. —digo antes de que salga con otra cosa.

Esa noche estuve en el gimnasio de la compañía pegándole al saco de boxeo en el mismo punto de siempre, la razón es que me encontraba algo deprimido, seguía preguntándome si alguna vez volvería a enamorarme, quería desesperadamente ser alguien diferente y no tener el corazón destrozado, aúnque ya puedo pensar en Jacky sin que duela y he llegado a un punto de aceptación, no podía evitar sentirme herido.

"No puedo hacerlo otra vez, no debo exponerme a este sentimiento"

[Días Después...]

La mujer que se encuentra frente a mí es una jodida visión, por la forma de sus gestos y como dejaba salir las suaves palabras de sus sensuales labios, supe que estaría en graves problemas.

Éstos están pintados por un diabólico tono rojo que ya me tenía bajo hipnosis, su cabello largo, castaño y liso caía sobre sus senos formando una perfecta sintonía con su aura inocente, eso y la manera en que el vestido azul marino se aferraba a sus curvas me estaba torturando.

Nunca me había sentido tan atraído por una mujer, ni siquiera con Jacky me sucedió.

Mirarla directo a sus ojos felinos me provoca una mezcla entre lujuria y deseo, también es más sexy de lo que mencionó Roy.

Se llama Maggie Johnson, es agente de viajes y es mucho más intrigante que cualquier otra mujer que haya conocido, un leve carraspeo me devuelve a la realidad.

— Prya me dijo que eres agente de viajes. — Le digo mostrando interés y obviando el hecho de que hace unos segundos me la estaba devorando descaradamente con la mirada.

Ella baja su vista y luego vuelve a mirarme.

—Si, es algo estable y te deja buenas prestaciones. — añade y se ríe nerviosa.

«Es preciosa»

— ¿Y, tú.. ? a qué se dedica un hombre como Tyresse Connor — La polla crece bajo mis pantalones al escucharle decir mi nombre, ahora mismo me imagino follandola recostada sobre mi escritorio.

—Soy detective del FBI.... Es algo como un oficial de policía que no usa uniforme.

—¡Vaya! Inteligente, guapo y detective...

Que combinación tan letal. — murmura imprimiendo cierto toque de sensualidad en su voz.

— Podría decir lo mismo de ti...

Eres una combinación letal, para cualquier hombre que se cruce en tu camino. — Contesté.

Y, durante las próximas dos horas hablamos de cosas mundanas, la cita fluyó de una manera tan natural que me hizo sentir cómodo, hasta que desafortunadamente llegamos al motivo de mi retiro en el pasado y la razón de regresar nuevamente a ésta ciudad.

El sentimiento de soledad me invade, en realidad no quería hablar sobre Jacky y de cómo la alegría desapareció de mi vida de un momento a otro, así que preferí evadir el tema.

«"Lo último que deseaba era que me viera como un perdedor"»

Vamos por la decima cerveza y ya se ha hecho de noche, el bar está colmado de personas que ríen, conversan, bailan y disfrutan del momento, cada quién en su propio mundo, pero yo sólo estaba Inmerso en esta chica ardiente, tan misteriosa y poderosa.

Quisiera morder sus labios, me siento cómo un pervertido pues la polla se me ha puesto dura desde que la ví y ya empieza a dolerme, cada parte de mi cuerpo me exige que la lleve a otro lugar.

«Uno más silencioso» donde pueda follarla hasta el amanecer y hacerla perder los sentidos.

—¿Te gustaría ir a un sitio más privado? — Pregunté mientras terminaba mi bebida.

— Justo eso esperaba. — Dice con seguridad, su voz estaba un poco más ronca y sus chispeantes ojos me daban un escaneo por todo el cuerpo hasta que se detiene en mi boca..

«Quiere besarme, no tengo dudas»

Una vez que nos levantamos tomé su mano y caminamos hasta la salida del bar.

Me acerqué a ella para susurrar algo en su oído pero el aroma de su perfume cítrico azotó mis fosas nasales, así que me deje llevar y estampé mis labios contra los suyos.

No pude concentrarme en nada más.. tan sólo me perdí en su sabor, la sensación cálida de su lengua deslizándose sobre la mía y sus manos suaves y pequeñas recorriendo mi espalda, mordí su boca y cerré mis ojos al escucharla gemir

—Llévame a tu casa, ¡ahora! — Ordenó mientras me acariciaba la polla, ya era algo que no estaba en discusión.

Introduje la llave para abrir la puerta principal del edificio apenas llegamos, luego la sostuve y me hice a un lado para que Maggie pasara contorneando sus caderas de lado a lado...

¡Dios!

Subimos al ascensor hasta la última planta, y durante todo el camino mis labios se apoderaron nuevamente de los suyos empujándola contra el panel de botones, la besé como un hombre desesperado que no ha besado en años, su lengua buscó la mía exigiendo control y de buena gana me sometí a su ritmo, debo confesar que me tenía aturdido por las sensaciones.

Levanté el dobladillo de su vestido y deslicé mi mano entre sus muslos hasta tocar el encaje húmedo de sus bragas.

— Por el quinto infierno. — Sonreí antes de arrancarle esa m*****a cosa de un tirón.

Gimió fuerte en el momento que sintió el roce de mi pulgar contra su clítoris.

— Me encanta que estés así de empapada. — Susurré en su oído, enterrandole los dedos más profundido y a un ritmo lento haciendo que su espalda se arqueara.

— Hazme tuya de una vez, aquí, y ahora. — Jadeó con dificultad, pero las puertas del ascensor se abrieron y nos separamos el uno del otro aúnque era evidente lo que estaba sucediendo allí.

Al entrar en mi departamento, mi polla pide a gritos que la libere de los confines de mí ropa interior.

Maggie por el contrario se toma su tiempo en quitarse la ropa y todo lo hizo frente a mis ojos burlándose de mí con cada movimiento.

Cuándo llegó mi turno de quitar mi ropa hice lo mismo que ella, así que decidí tomarlo con calma, soltaba cada botón con parsimonia y ella jadeaba por la anticipación.

Al quedar desnudo se lanzó sobre mí como una fiera para tocarme, le hice seña para que bajara mi pantalon, entonces sus dedos se enredaron en la hebilla de mí cinturón y yo sonreí.

«Me deseaba tanto como yo a ella o quizás hasta más…»

—Tomate tu tiempo, Maggie... no hay prisa tendrás toda la noche para complacerme. —digo con mi voz cargada de lujuria quedando completamente desnudo para ella.

Sus ojos se clavaron en la dureza de mi erección, estaba boquiabierta admirando mi polla, quizás por su tamaño y grosor, de todos mis atributos las chicas siempre enloquecían al ver la longitud de mi verga.

— Vamos hermosa, levántate.

— Acaricié su cabello una última vez pero ella me sorprendió metiendo toda mi polla en su boca sin ningún apice de piedad, tomando cada centímetro del tronco.

¡Mierda!

gemí con fuerza al sentir la presión de sus labios. Hacía tanto tiempo que nadie me tocaba que mi mente estuvo a punto de quedarse en blanco mientras su boca me absorbe por completo, luego rodeó la base de mi polla con su mano y comenzó a moverla de arriba abajo, acercándome cada vez mas al orgasmo.. el miedo me invadió, así que tuve que frenarla para ganar más tiempo.

Separé mi polla de su boca y ella se sorprendió..

—Quiero probarte... Sube a la cama. — Hable con temple, su mirada era caliente.

Parece que tiene ciertos problemas con la autoridad.

La seguí hasta la cama, abrí sus piernas hasta tener un visión completa de su coño y por último enterré mi rostro para darle una buena lamida. Ella se removió entre las sábanas arqueando su espalda.

—¡Joder! Si...

Sigue así, Ty. — Gritó mi nombre a todo pulmón.

mientras yo me voy familiarizando con su coño, buscando cualquier lugar secreto para volverla loca, empecé a jugar con mis dedos penetrandola ferozmente sin dejar de lamerla una y otra vez hasta que ella se corre sin vergüenza alguna en mi boca.

Estoy seguro de que todos mis vecinos pudieron oírla pero es lo menos que me importa.

Yo estaba duro como un hierro y no quería esperar más para enterrar mi polla en su dulce y jugoso coño.

Subí con mis labios recorriendo su abdomen hasta llegar a sus pezones, besando lentamente su piel. Mordía, succionaba y daba largos besos que seguramente dejarían una huella difícil de borrar, bajé su sujetador haciendo que sus enormes y maduros senos quedarán expuestos.. chupé con fuerza uno mientras que con mi mano estimulaba el otro pezón, apretandolo con intensidad hasta que estuviera duro, eso me hizo entrar en éxtasis total.

—¿Quieres que te folles? — Pregunté imponente.

—Es lo que más deseo. — Respondió.

Presioné la punta de mi polla contra su entrada y soltó una serie de murmullos suplicando que me introdujera en ella, en un movimiento rápido la hice girar contra su estómago y su trasero quedó inclinado para mí, pasé mi mano por su espalda admirando la hermosa vista mientras sacaba un preservativo.

—«No sabes lo te espera » — Susurré usando una de mis manos para estimular su coño y con la otra le dí un azote en el trasero, gimió con fuerza y allí aproveche su distracción para hundirme dentro de ella en una sola embestida.

—Joder.... ahhh... Joder.... — Gritó apretando las sábanas, yo solo me enterraba más profundo con cada embestida.

luego de unos minutos perdí el control y comenzó un vaivén donde entraba y salía follandola más fuerte de lo que nunca lo había hecho con nadie.

¿Cómo he aguantado tanto tiempo sin sexo?

Me pregunté a mi mismo, claro que si llegué a meterme con una que otra chica pero sólo fueron orales, bajé un poco el ritmo y disfruté de estar clavado en este delicioso coño apretado.

Tiré de su cabello acercándola un poco, para dejarle un largo beso en su espalda gemí de placer al ver cómo ella tomaba toda mi polla con su coño en cada embestida que se empujaba contra mí.

—Joder Maggie.. llevo más de seis años sin hacer ésto, voy a correrme. —Mis ojos se abrieron con sorpresa.

¿Por qué coño le dije eso?

'Tal parece que no soy capaz de cerrar la boca con esta mujer".

— ¿Seis? Creeme cariño, eso no es nada en comparación conmigo.

te puedo asegurar que llevo más tiempo que tú.

"Muchísimo más" — Se ríe entre Jadeos y mi polla se hincha en grandes proporciones, sintiéndome más excitado que nunca y un sentimiento posesivo me hizo actuar.

—Quiero que te vengas en mi polla Maggie.— Gemí contra su espalda..

Mi mano apretó su cuello suavemente, sentía su coño contraerse y una serie de temblores bajaron por mi columna a causa de la sensación.

—Si... — Gimió de forma desesperada, le dí un último vistazo y me dejé llevar junto a ella, quedando sin aliento mientras terminaba de descargarme recostado en su espalda..

¡Deliciosa!

Arrastré mi lengua por el pliegue de su espalda, dejé un centenar de besos húmedos y pequeños mordiscos que la hicieron sonreír.

— Regreso en un minuto. — Le informé, mientras me levantaba con rápidez de la cama, debía tirar el condón a la basura y traería algunas toallas limpias para ella.

Un minuto despues ya estaba junto a mi chica con ojos felinos. Ella se recostó en mi pecho para descansar.

Cosa que a mí no me molestó en absoluto, sino que me quedé admirandola y acariciando su cabello sin decir una palabra.

—Tal vez, ya deba irme. — Dijo luego de un buen rato.

— Por supuesto que no. — Sonreí mientras la colocaba sobre mi cintura con sus piernas bien abiertas y sus pezones rosados apuntando directo hacía mis labios.

— Pasamos varios años sin sexo, ¿Que te parece recuperar todo ese tiempo perdido? — Le propuse, mientras le pasaba un condón para que ella misma me lo colocara.

— Me parece una propuesta justa.

— Contesto y procedió a romper la envoltura, mi polla se encontraba lista y erecta para un segundo round.

Ésto cada vez se volvía más interesante.

* * * * *

El sonido de la lluvia golpeando el fino cristal de la ventana hizo que me despertara de golpe a la mañana siguiente.

Miré por toda la habitación, fijandome que se encontraba vacía, igual que el lado derecho de mi cama.

El desorden de mi ropa junto a la de Maggie se había esfumado y justo cuándo estaba a punto de pensar que lo de anoche fue un sueño, ví una pequeña nota sobre la almohada a mi lado.

Nota:

Tomé prestado el dinero que estaba en tu cajon, Ty. Prometo que lo devolveré algún día, pero tú hermoso reloj se queda conmigo cómo un recordatorio del mejor sexo que he tenido en toda mi vida.

Att: S.

—Pero que ¡CARAJO! —¡Exclamé! Soltando la nota al suelo.

Me sentía sorprendido y confundido por la nota.

¿Maggie acaba de robarme?

¿Y por qué demonios la firmó cómo «S.»?

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