Punto de vista de Eric

Había pasado más días en York de los que había planeado. La muerte de Martha, la amiga de Sarah, y la acogida de emergencia de su nieta Rose por parte de la familia, nos habían obligado a quedarnos unos días más de lo previsto. Pero ahora, ya estábamos de regreso a Estados Unidos.

Llevábamos poco menos de dos horas en el aire, sobrevolando el Atlántico, y Sarah estaba sentada frente a mí, mirando a Rose, que dormía en su regazo. Se le notaba el cansancio en los ojos, y no solo por la falta de sueño. No había dejado de pensar desde que salimos de York. Lo veía en la forma en que sus dedos acariciaban distraídamente el cabello de Rose; su mente estaba claramente en otro lugar.

—Has estado callada —dije, rompiendo el silencio.

Ella levantó la vista—. Solo pensaba.

—¿En Martha?

—En todo —dijo con un leve suspiro—. York se siente diferente ahora. Aunque crecí allí, se siente… más vacío.

Asentí lentamente. —Eso es lo que pasa cuando alguien que ocupaba un lugar ya no