El Pequeño Michael se puso ansioso y nervioso al escuchar a Nicole decir que estaba enferma. Su rostro adorable y tierno estaba lleno de impotencia.

“Llamaré al doctor ya mismo…”.

Él fue a buscar el teléfono, pero Nicole lo detuvo.

Ella abrió la boca y sintió un poco de impotencia.

Clayton había estado gravemente enfermo, pero el Pequeño Michael no había estado tan ansioso por encontrar a un médico. ¿Cómo había criado Clayton a su hijo?

Ella sonrió y dijo: “No es necesario. Estaré bien después de tomarme una medicina. ¿Tienes hambre? ¿Por qué no te preparo un poco de sopa de pollo?”.

Era mejor que los enfermos comieran algo ligero, ¿no?

El Pequeño Michael asintió y luego sacudió la cabeza.

“Cocinar es demasiado difícil. Prefiero tener hambre. ¡No puedo dejar que la Señorita Bonita sufra!”.

El corazón de Nicole se ablandó y le sonrió.

“Está bien, no será tan difícil. Solo tomará un momentito”.

Nicole fue a la cocina y lo dejó hervir lentamente.

El cielo se fue oscureciendo p