Después de una situación tan vergonzosa como la de la noche anterior, Nicole dio vueltas en la cama hasta la medianoche antes de poder conciliar el sueño.

Sin embargo, era presidenta de una compañía, así que no deliraría tanto solo por un beso, hasta tal punto de no poder salir de casa.

Nicole prometió llevar al Pequeño Michael a la escuela con Clayton, así que pospuso su reunión matutina.

Puso el despertador y salió con la cabeza despejada en cuanto llegó la hora.

Cuando llegaron los Sloan, padre e hijo, Nicole sonrió a Clayton y se arrodilló para saludar al Pequeño Michael.

“¡Buenos días, nuevo estudiante!”.

El Pequeño Michael recordó la escena de la noche anterior y se sintió desanimado.

Sin embargo, cuando pensó en la advertencia de su padre antes, el Pequeño Michael pudo forzar una sonrisa sin importar el dolor que sentía en su corazón. La sonrisa era formal y muy superficial.

“Buenos días, Señorita Bonita…”.

El corazón del Pequeño Michael todavía se sentía incómodo. ‘La