Sebástian le quitó todo lo que Cloe llevaba sobre ella, le besó cada una de las partes de su cuerpo, la puso sobre el mármol de la mesa, la comenzó a tocar haciéndola excitarse en exceso, ella con sus piernas bajó el pantalón de pijama de Sebástian, lo rodeó con sus piernas y ella podía sentir su miembro como estaba duro y queriendo entrar en ella sin compasión alguna. Mientras Sebástian le besaba el cuello, Cloe clavaba sus uñas en la espalda de aquel hombre, él besaba sus senos haciéndola gemir de excitación, en el momento que la penetró Cloe gimió de placer, cada embestida que Sebástian le daba, era un punto más de excitación en ella, así por mucho tiempo, Sebástian le daba cada vez mas fuertes las embestidas y ella gemía clavando con más fuerza sus uñas en su espalda, los dos acabaron al mismo tiempo, les faltaba el aire, ambos no habían estado con nadie desde que se habían separado, se quedaron abrazados y besándose por un tiempo más, hasta que se dieron cuenta de que la tormenta