CORBAN
Dos segundos más escuchando sobre malditos vestidos de novia, y yo mismo le haría un favor al mundo, pegándome un tiro en la cabeza, llevaba más de cinco horas en la estancia principal de la familia Valantine, fingiendo interés y colocándome la máscara de felicidad con sonrisa galante incluida.
-¡Nuestra boda será la gran boda del año! -Ana dejó la Tablet sobre la mesilla de cristal y en la que estábamos viendo sus estúpidos vestidos.
-¿Por qué no mejor me das un beso? -le ronroneo al oído con toda la intención de excitarla y follar, hacía más de tres meses que no lo hacíamos, porque sí, la realidad era que aunque salía con Lea, al mismo tiempo estaba con Ana.
-No podemos, en cualquier momento llegará papá