¿Han escuchado esa frase que dice “Un hombre llega hasta donde la mujer quiere”? Esa frase es la que no deseo entender porque ellas siempre llegan hasta donde yo quiero, pero la vida se encargará de enseñarme que me equivoco, a guantazos claro está. Un joven prometedor de 20 años, futuro CEO de la Corp. Hamann's, un ego enorme, irresistible y arrogante como mi padre. Él me lo ha enseñado todo, desde lo bueno hasta lo malo. Lo quiero, lo tengo. Lo deseo, lo obtengo. Cuándo, dónde y cómo yo lo quiera, y siempre las cosas son como yo las digo, total, un Hamann todo lo puede. Pero todo acaba cuando me fijo en la mujer que no debo. Un amor imposible que puede destruir a mi familia, pero que a mí me haría feliz.
Leer másEl dolor de cabeza me hace gruñir, y el abrir los ojos se me es imposible, ¿Qué coño pasó? Frunzo el cejo por la pesadez de mi cuerpo y el dolor mezclado. —Lean— La voz me sale ronca, es como si no hubiera hablado en años, la resequedad de mi garganta provocó incluso dolor al hablar, pero pasando de mi confusión, la miro interrogante. ¿Qué hace junto a mí? Ella, quien me mira como si fuera un fantasma, inicia a sonreír con ¿Emoción? ¿Felicidad? Su reacción no me queda clara. —Hola— Susurra con voz conmocionada, lo que me confunde un poco más. ¿Por qué está tan feliz y aliviada, ¿Acaso está a punto de llorar? —¿Dónde está Manedick?— Paso totalmente de su reacción y decidí preguntar por mi novia, esa mujer que me dejó sin decirme nada hace apenas un día. Al escucharla gemir, la miro nuevamente a la cara y no entiendo por qué me mira ahora de esa manera, ¿Triste? —Dios, ¿Una sobredosis?— Cierro los ojos, ¡Lo que faltaba! Maldigo internamente, el abandono de Manedick ha sido tal y como
Hoy amanecí con el corazón furioso y mi sistema pasándome factura por el daño que le he causado en los últimos años.Ahora sé que la posibilidad de morir por la abstinencia existe y no pienso en vivir, no tengo miedo en morir, no. En lo que pienso es en ti que eres esas ganas de vivir y le temo a la posibilidad de no volver a tu lado para darte esa felicidad completa que te mereces y te debo.No sé por qué coño te escribo esto, pero sí sé que he gastado una puta libreta intentado escribir las palabras exactas para que no extrañes a tu hombre si se va de este mundo, y la puta realidad es que no hay palabras para describir esta mierda.Lo único que puedo decirte es que mi corazón late con furia como cuando me corro mirando tu cuerpo desde atrás, que mis nervios están de punta como cuando tú me provocas y me excitas. Puedo decirte que soy el
—Puedes hacerlo— trata de animarme —lo harás bien— la miro fijamente y proceso todo.—¿Qué tal si lo hago mal? ¿Qué tal si pierdo el control?— paso la mano por mi cabello —dulce, solo de pensar en esa mujer siento mucha ira— ella sonríe y acaricia mi mejilla.—Ha pasado una semana, una semana donde no la has dejado ver a la niña— frunzo el cejo.—Se lo merece, tú sabes más que nadie todo lo que pasé para poder reconocer a la niña por ser extranjera. Mi hija es Norte Americana por esa bruja.—Y tú eres Italiano— sonríe más.—Los italianos somos perfectos— me encojo de hombros —y antes de que digas algo tengo orígenes británicos, no Norte Americanos— Lean suspira y deposita un beso en mi barbilla.—Lo harás bien, la bebé tiene tu apellido y eres su padre, ahora legalmente también— muerde su labio inferior y me mira a los ojos —cuando estés solo con ella por favor, aléjate dos metros, ¿de acuerdo?— poso mis manos en sus caderas y la pego más a mí
El tránsito está despejado por lo que puedo acelerar cuánto me plazca. No puedo evitar pedirle a Dios que mi dulce infierno esté en Antón porque de no ser así me volveré loco.—No responde, no puedo creer esto de Lean— gruñe Fran.—Deberíamos parar en el supermercado— la miro, intenta llamar a Lean sin descanso ni éxito, no responde el móvil.—Bien, paremos. Tengo demasiada sed— me desvío al estacionamiento del supermercado y aparco el coche.—Necesito hacer algo por Lean— caminamos al interior del lugar, lo bueno de tener supermercados las 24 hrs —nunca he sido romántico— me encojo de hombros cuando ella me mira —¿Le gustará que ponga pétalos de rosas en la cascada? justo en el lugar que la hice mía, o quizás pueda llevarle flores y chocolates— Fran sonríe.—Claro que le va a gustar, vamos, yo te ayudo a escoger las cosas— tira de mi mano y me lleva primero a dónde están las rosas, después a dónde hay fresas, luego dónde hay chocola
Lean entra vuelta una furia y yo la abrazo para que no se le vaya al cuello a Manedick. No me gusta que mi chica sea de esas mujeres descontroladas.—¿Te das cuenta de la estupidez que has hecho?— Manedick endurece el gesto —¿Qué clase de mujer que se respeta dice algo así? y si es cierto lo que dices. ¿Qué coño te hizo pensar que esa es la manera de hacer que un hombre te preste atención? eres peor zorra de lo que creí. ¿Quién coño hace eso?—No es tu problema— grita Manedick —no te metas.—Claro que me meto, es mi novio y tú no haces más que hacerlo sufrir desde que lo conociste. ¿Cuánto tiempo has estado aquí? ¿Cuántas oportunidades tuviste de decirle la verdad?—Nena, cálmate por favor— le susurro al oído, tampoco me voy a molestar con ella y a avergonzarla cuando ella solamente me está defendiendo y está sintiendo dolor. La conozco y esto le ha recordado lo que pasó meses atrás.—¡Lo sé!— dice Manedick desesperada —pero lo hice por su bien, l
—Lean, no tiene nada de malo— intento no subir el tono de mi voz aunque lo que deseo ahora mismo es gritar para que mis palabras se guarden en su obstinada cabeza —podemos vivir juntos. Yo trabajo y puedo darte lo que tú necesitas— ella me mira por unos segundos y desvía la mirada. Últimamente discutimos mucho por el mismo tema.—Somos muy jóvenes Kahin, estudiamos y no debemos vivir juntos— maldigo a voz en grito.—Nuestras madres tenían solo diecinueve años cundo decidieron tener una vida con nuestros padres, ¿Por qué crees que nosotros somos distintos?—Ellos tenían más de treinta Kahin. No quiero que te arrepientas después— frunzo el cejo ofendido.—¿Me estás diciendo que no confías en él amor que siento por ti? ¿Que no estás segura de que pueda con esto? cuando yo te digo que lo quiero todo contigo es porque así lo creo Lean.—Ya basta— grita —no estamos listos para vivir juntos. Ya suficiente con todo lo que se dice de nosotros
Oriel mira la escalera debatiendo entre si subir o llegar tarde. Cuando finalmente se decide y pone un pie en el primer escalón Marilí y Nasya bajan corriendo.—¿Por qué no fuiste a llamarnos?— le reclama Marilí enojada, Oriel le miro incrédulo.—La otra vez me pegaste en la cabeza por apresurarte— Marilí rueda los ojos y Oriel me mira a mí, me encojo de hombros.—¿Bienvenido? ¿Sigues sin extrañar tu vida como hijo único?— ahora es él quien se encoje de hombros.—Para ser sinceros no— me pasa por el lado riendo —Marilí y Nasya, conmigo.—He macho... soy yo quien da las órdenes— le sigo —Nasya y Marilí con Oriel, Fran y Lean, conmigo— las chicas ruedan todas los ojos —¿Qué? soy yo el que da las órdenes, son días mayor que é
Despierto en medio de un suspiro, su delicado y desnudo cuerpo frío contra el mío me eleva la temperatura. Es un privilegio amanecer con una mujer tan sensual, nunca lo había tenido claro hasta ahora.Recorro su cuerpo con la mirada y no pierdo ni un solo detalle. Lunares esparcidos por sus pechos, sus pezones rosados y erectos por el frío del aire acondicionado que está a gran temperatura. Su vientre plano con algunas marcas hechas por mí, su sexo libre de vellos y ese tatuaje en su cadera derecha me mata. Sus largas piernas y hermosos pies, ¿por qué diablos tiene que ser tan perfecta? ¿La vida me está recompensando por todo lo que he pasado? ¿O solo es un capricho más del destino? no sé cuál sea la respuesta, lo único que sé es que soy afortunado de tenerla.Con una erección matutina y una excitación desorbitante, sonrío al saber lo que