—Dalila —Me tense al escuchar esa voz, ¿Acaso era posible?
Me volteé lentamente, sin darme cuenta había cerrado mis ojos. Los abrí, siendo a Denali lo primero que ellos veían, aunque tenía el rostro demacrado y un poco baja de peso, era ella. Mi hermana.
Debía de ser un sueño, eso tenía que ser.
— ¡Por Alá!, casi me matan y estoy aquí parada frente tuyo y no me abrazas. ¡Liam! ¿Qué han hecho con mi Dalila?
Alzaba sus brazos al cielo mientras negaba, una sonrisa crecía en mi rostro mientras asimilaba que mi hermana se encontraba sana y salva.
— ¡DENALI!
Grité al salir de la sorpresa, sus brazos me rodearon haciéndome sentir una sensación de alivio y amor.
Fue tanto tiempo separadas, que nuestras almas se añoraban dando gritos que terminaban en el vagón de los recuerdos, en donde nada nunca se olvida, y siempre esta esa esperanza viva de que aquellos recuerdos y sensaciones que tuvimos, volverán a ser parte en algún momento de nuestro presente.
Mi hermana era un recuerdo de mi pasado, d