La noche ya estaba con toda en esta ciudad y era las únicas veces en donde Sarah y Josh podían salir como si fueran gente normal.
Cuando llegaron hasta su mansión, Sarah fue la primera en bajar del carruaje, entró a la mansión y con gran velocidad llegó hasta su habitación. Hace rato que quería hacer eso... dejar de aguantar y llorar oculta en la penumbra de su habitación.
Lloro sola tirada en el rincón que hay entre su tocador y la pared mohosa. Loro dejando salir todos los alaridos que tenía dentro, dejando que las gotas de sangre cayeran sobre sus manos blancas y macharan todo a su paso.
Se sentía mal, primero la muerte de su padre, segundo, saber que todos pueden tener una familia y tener... Hijos, lo que ella en su eternidad no podrá hacer. Nunca tendrá el placer de sentir una criatura en su vientre de la cual toda su vida dependerá de