Enical
Un tirón me despertó en medio de la oscuridad, mi almohada empezó a moverse en un estiramiento que me obligo a abrir los ojos, no quería, solté un gruñido de fastidio y advertencia.
-¿Enical?- la voz de Antonio confundido recién despertando me provocó flojera, siento que me faltan aún más horas de sueño.
-Callate y duérmete- ordené cerrando los ojos estirándome ligeramente, la cama esta algo dura…
-Lo haría si no me bloquearas el aire- comentó.
Fruncí el ceño hasta que caí en la cuenta que estaba escuchando sus latidos, mi cuerpo estaba literalmente encima del suyo.
-Perdón- solté abriendo