Leonardo no cabía de la felicidad cuando vio llegar a Ana Paula al hotel con sus tres hijos, a los que quería como suyos.
— Son todos bienvenidos, ya mandé a preparar sus habitaciones, quiero que se sientan como en casa.
— Gracias Leonardo, no tengo como agradecerte todo lo que estás haciendo por mi y los niños. Pero esto solo va a ser temporal porque desde hoy comienzo a buscar un lugar donde vivir, quiero que mis hijos estén bien.
— Pero no tienes que irte de aquí, te lo he dicho muchas veces, este hotel es tan tuyo como mío y quiero que te sientas como en casa. Y por cierto ¿Cómo lo han tomado los niños?
— Pues ellos creen que solo serán unas vacaciones en el hotel del tío Leonardo, y están súper contentos por eso, no he tenido el valor de decirles la verdad, ellos quieren mucho a su padre y no quisiera que se decepcionaran de él.
— Bueno, tarde o temprano tendrás que decírselos. Ellos son unos niños muy inteligentes y ya están grandecitos, así que estoy seguro de que lo van