Después de escuchar las palabras de Jeremy con calma, Madeline apartó los brazos con frialdad y se volteó para enfrentarlo.

"Si vas a poner una excusa, al menos encuentra una razonable". Ella lo miró con desprecio. "¿Dijiste que me amabas? ¿Tu amor por mí te permitió dejar que Meredith me pisoteara y me lastimara?".

Jeremy frunció el ceño e intentó tirar de la mano de Madeline. "Linnie, escúchame primero".

¡Ding dong, ding dong!

En ese momento, sonó el timbre.

Las cejas como espadas de Jeremy, estaban aún más cerradas cuando se volvió para abrir la puerta, sintiéndose algo insatisfecho.

Sin embargo, en el momento en que se abrió la puerta, el rostro de Jeremy se enfrió instantáneamente. "¿Qué estás haciendo aquí?".

Felipe estaba en la puerta. Miró a Jeremy, que tenía vendas en la mano, levantó los ojos y miró dentro de la habitación. “Vera, soy yo. ¿Estás ahí?”.

Los ojos de Jeremy se volvieron aún más fríos, mientras mantenía a Felipe afuera. "Felipe, aquí no hay ninguna Vera.