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EN UNA MAÑANA

—Lo siento Aisha, pero terminamos. No puedo seguir contigo. —Dice David con voz cortante.

—Pero David, ¿Por qué? Si nosotros estamos bien. No discutimos, yo no he hecho nada malo y hasta donde yo sé tú tampoco.

—Entiéndeme. No quiero hacerte daño ni ahora ni en un futuro y no me pidas explicaciones por que no las tengo, y si las tuviera no te las daría en estos instantes.

—Pero David— Es lo único que alcanzo a decir, estoy súper angustiada no comprendo la situación que está pasando, es qué ya no me quieres ¿Ya no te gusto?

— ¡Lo siento! Seguiremos siendo amigos no te preocupes, yo siempre estaré para ti, cada vez que me necesites. —Cada palabra que sale de su boca es como si fueran agujas que me perforarán, se sienten cada vez más fuertes— Linda, quiero que estés tranquila ¿Sí? por favor no me muestres esa forma tuya tan desvanecida, yo sé que tú eres muy fuerte y que puedes pasar esto con rapidez.

Mírame yo te llamaré, no me alejaré de ti —Te lo prometo— No lo entiendo, no entiendo absolutamente nada de lo que está sucediendo en estos momentos. Siento que mi cuerpo se debilita con cada paso que doy. Esto es un dolor indescriptible.

Mi cabeza da miles de vueltas tratando de encontrar algo, pero no recuerdo nada malo entre nosotros estoy en un momento desesperante en el que no comprendo aparentemente nada de lo que está sucediendo a mí alrededor. Además, ambos estábamos a tan solo una semana de cumplir otro mes más de nuestra relación. 

No comprendo una m****a de mi vida en estos instantes.

¿Por qué me terminaría? ¿Qué razones tendría para terminar? No entiendo el por qué no me pudo dar ninguna explicación. En estos momentos creo que solo haré todo lo posible por hablar con él en una mejor ocasión en el que me pueda dar una explicación si, esa que no me dio. Aparentemente no tiene ninguna explicación, pero yo no le creo nada yo lo conozco y sé que a él le está sucediendo algo aunque no me lo quiera decir sé que es así.

Sé que sí la tiene.

***

Estoy sola en mi cuarto sin nada en qué distraerme y con una tristeza horrible con arranques supremos de llantos, pero lo peor de todo es que no tengo aquí a ese hombro consolador. Necesito a mi mejor amiga pero de vuelos, creo que la llamaré para contarle lo que ocurrió ponerla al día con todo lo que está sucediendo, tal vez ella le den ganas de darle una paliza que lo haga ir al hospital por tres días o más si es posible.

—Isabella ¿Estás en tu casa?— Pregunto con voz quebrándose por el pronto llanto que caerá sobre mi mejilla.

— ¿Qué tienes? Te escucho rara.

— ¿Puedo llegar a tu casa y pasar la noche allá?— Es que no quiero estar sola en casa.

—Sí, claro tu sabes que conmigo cuentas hasta para llevarte al infierno si deseas.

—Tengo a la mejor amiga del mundo o eso creo.

—Bueno, te llego en media hora ¿Vale?

—Listo. Hablamos bien acá en mi casa, pero tráete una botella de tequila para pasar la noche que parece que mataremos las penas.

—Trataré de encontrar algo a esta hora, no te aseguro nada.

—Siendo así ni te hago perder el tiempo para que la compres. Tú sabes que el alcohol sirve para todo, y para el despecho mucho más y lo sabes perfectamente.

—Si claro. Expreso con ironía —Según tú, y eso porque ya eres una completa loca que no sabes ni lo que dices a veces ya que se te cruzan los cables.

—Tú sabes que hablo como si fuera experta en estas cosas, pero bien sabes que no es así.

—Me daré un baño para llegar a tu casa rápido lo más rápido posible. Nos vemos.

Me quito la ropa para entrar al baño y siento como las gotas de agua fría recorren por todo mi cuerpo. Me encuentro realmente mal, sigo sin saber que sucedió. Sin más preámbulos, me suelto en llanto al recordar todo lo que vivimos esa noche siento el mismo dolor. 

Recuerdo que voy salir a casa de Isabella, por lo que salgo del mar de mis llantos y de los revueltos de pensamientos que tengo en estos momentos, me doy prisa para terminar mi baño, pero increíblemente demore mucho más de lo que pensé.

Doy unos pasos hacia al frente de mi clóset para pensar que llevarme puesto. Sinceramente que con ésta depresión no tengo ánimos para escoger un outfit muy elegante o casual pero lindo pero no sé nada la verdad de que ponerme, por lo que escojo lo primero que veo. Más sencilla de lo común.

Espero que ella no me dé problemas porque no le gusta verme desarreglada, siempre menciona que debemos vernos perfectas aunque nuestro mundo se derrumbe de a poco. A veces siento que ella exagera pero la verdad es que no puedo hacer nada al respecto ella tiene muy buenos gustos y la verdad es que de vez en cuando le doy la razón no hay que dejar de ser quien eres solo por tus problemas y mucho menos mostrar un aura tan triste delante de las demás personas. 

Además de cualquier cosa a mí me gusta molestar a los chicos y por eso me arreglo porque ellos se colocan como bobos a mirarnos de pies a cabeza y eso a Isabella conmigo nos gusta así nos burlamos de ellos. Siempre ven el físico de nosotras mujeres nunca pueden tratar de ver más allá de nuestros cuerpos esbeltos y en sus miradas se les ven el deseo y la lujuria de que solo se les nota que nos comen y desnudan con la mirada.

Algunos hombres son tan miserables que no merecen a nadie en su vida pero sé que algunos cambian y merecen ese cambio pero unos viven de ello. Sinceramente fastidian.

Autora :Yarenis Guzmán 

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