JJ.

Eryx conduce en silencio, a gran velocidad, su semblante preocupado no hace más que preocuparme a mí, se lo complicado que es pasar por algo como esto, lo he vivido demasiadas veces ya, primero con papa y ahora con mama. Suspiro tratando de buscar las palabras adecuadas para apoyarle y hacerle sentir mejor, pero en este punto en que no sabemos que pasa realmente decir algo es absurdo.

En serio quiero decir algo que lo relaje un poco, pero no sé qué decirle, así que simplemente acerco mi mano a la que tiene sobre la palanca de cambio y presiono sobre ella, al sentir el contacto su cuerpo se tensa y me mira un instante, mueve sus dedos y aferra mi mano, haciéndome saber que el contacto es más que suficiente en este instante.

Cuando llegamos a la clínica, Eryx aparca de mala manera el auto y desciende de este tan rápido que me deja atrás en cuestión de segundo