Ahora entiendo porque todos le temen al "tenemos que hablar"
Trague.
—Sí, dígame.
Otro silencio.
—Joven, tengo algo de prisa los platos...
—Los platos pueden esperar y no me llames Joven, me molesta. —Fue mi turno de tragarme las palabras —. Dios mío. Lo he vuelto a hacer, discúlpame.
Ahora si todo era terreno desconocido.
—No se preocupe por nada, lo escucho.
—Este es precisamente el problema, Manuela. No puedes perdonar todas