- ¿Sólo eso? - Bromeó: "¡Además de salvar a la niña de morir ahogada tirándote al mar para sacarla, también le explicas todo lo que hay que hacer para que se recupere después!
- Por no hablar del cariño con que trataste a nuestra niña, a la que ni siquiera conocías". - La madre de la niña tomó la palabra.
- ¡Creo que el príncipe Catriel es un hombre afortunado! - Odette me guiñó un ojo, sonriendo.
- No sólo el príncipe Catriel, sino también el pueblo de Alpemburg. - El conductor dio su opinión.
- ¿Usted... ¿Has leído lo que he hecho?", pregunté torpemente. "Atropellé accidentalmente a los paparazzi", bajé los ojos, avergonzada.
- "¡No me he enterado de nada! - El hombre se encogió de hombros, arrugando la frente.
- Precisamente por eso aquí la prensa respeta a la familia real, Alteza. Sabemos que muchas cosas se magnifican o incluso se equivocan. La prensa tiene acceso a todos los asuntos políticos, asiste a las reuniones de la corte, informa en vivo y en directo. Y a cambio no public