Hugh se apresuró a decir: “Felix, el vino aún no está decantado. ¿Por qué no esperas un poco?”.
Felix dijo con impaciencia: “¡¿Por qué demonios sigues decantándolo?! Ya habremos llegado al m*ldito lugar para cuando se decante el vino. Solo sírveme una copa inmediatamente”.
“Esta bien, Felix”. Hugh no se atrevió a retrasarlo más y se apresuró a servirle una copa de vino tinto.
Felix aceptó la copa de vino y tragó un gran bocado del mismo. Después de eso, se quitó la corbata y miró por la ventana en silencio con su par de ojos penetrantes. Un rastro de frialdad y tristeza que apenas podía ser detectado por la gente común brillaba en sus ojos.
Felix sabía muy bien que aunque estaba enamorado de la apariencia y el cuerpo de Helena, ellos no tenían ningún sentimiento el uno hacia el otro en absoluto. En verdad, ambos solo se juntaron para unirse en matrimonio debido a los intereses y beneficios del matrimonio.
Helena no dejaría que él la tocara ahora y puede que ella no fuera a resi