Laura Smith
Después de la conversación con mi jefe terminé todo mi trabajo y me fui a mi departamento, mi amiga quiere hablar conmigo.
Llegó al departamento, mi amiga me espera con una pizza.
--Laura, ¿cómo te fue hoy?-me pregunta.
--Bien, estoy un poco cansada-le respondo.
--Hoy me quedo a dormir contigo-me informa.
--Está bien, tengo una mala noticia para ti-le contestó.
--Dime-me dice.
--Mi jefe tiene novia-le revelé.
-Ah, lo sabía, pero no importa, tengo el plan perfecto para conseguir a tu novio perfecto y ese es tu jefe querida-me responde con una sonrisa.
--No entiendes, tiene novia, tiene novia-digo.
--Y, no importa, vamos a seguir con el plan, te voy a decir la clave básica de cómo seducirlo-me reveló picarona.
--Contigo no se puede-le respondí.
--Haber, no puedes negar que está guapo-criticó.
--Pero tiene novia y no soy una cualquiera, el novio que voy a tener me va a querer por lo que soy-respondo.
--Perdón, perdón, estaba aferrada a eso y me olvidé de ti-me dice sincera.
--Sé que quieres lo mejor para mí y te entiendo lo admito, mi jefe es sexy, guapo y todo lo que puedas pensar, pero ahora no necesito esa ayuda, solo necesito que estés conmigo, que me apoyes, que me des tus consejos y todas tus cosas me entiendes-le digo.
--Claro que te entiendo y te pido una disculpa de verdad-me responde.
--No importa de verdad, concentrémonos en esa pizza que nos está llamando-le respondo.
--Ja, ja, ja, claro y está deliciosa-me dice riéndose.
La pase muy bien con mi mejor amiga después que tuvimos la conversación, vimos una película romántica, estábamos llorando como loca.
Me levanté temprano, me di un baño y no sé cuál ropa ponerme.
--¿Anna, qué ropa me pongo?-le preguntó.
--No sé, Ponte, cualquiera te va a quedar perfecta como quiera-me responde casi durmiendo.
--De verdad ¿Anna, cuál me pongo esta o este?-le preguntó de nuevo.
--Hay Dios, Ponte este con esos tacones y me avisas para maquillarte-exclamó.
--Está bien-le digo.
Cuando termino de cambiarme mi amiga me termina de maquillar.
--¿Te vas a quedar aquí?-le preguntó.
--Sí, tengo mucho sueño-reveló.
--Está bien, me toca traer la cena-le anunció.
--Si-me dice.
Salgo de mi departamento.
Hoy no tengo mucho trabajo, ¡qué bueno! Antes de ir a la empresa tengo que pasar por una Joyería a comprarle un collar a la novia de mi jefe, ustedes pensaran que hago comprando eso a la novia de mi jefe, pues tengo que obedecer porque es mi jefe y es un mandón.
Llegó a la joyería.
--Hola-le saludo.
--¿Hola qué desea?-me pregunta la señora.
--Quiero un collar bien lindo-le respondo con una sonrisa.
--Le voy a enseñar algunos collares-me informa.
--Claro-le digo.
--¿Qué tipo de collar quiere?-me pregunta.
No sé, el señor Corner me dijo que su novia le gusta lo exagerado-pensé.
--Quiero un collar que se vea, que sea llamativo-le sugiero.
--Está bien-me dice.
--Hay diferentes tipos de collares, pero cuestan mucho-expuso.
--¿Me gusta ese no sé, se le puede ver bien?-le preguntó.
--Ah, no es para usted-me responde asombrada.
--No, a mí no me gustan esos tipos de collares son muy llamativos para mí, es para la novia de mi jefe-le dije sin importancia.
--Ok, ¿bueno se lleva ese?-me pregunta.
--Si, señora, por favor-le respondo.
Le doy la tarjeta de crédito cuando vi cuánto cuesta me quede con la boca abierta, podía vivir 3 meses de lujo.
Salgo del lugar y voy directo a la empresa cuando llego veo que no están de buen humor.
--¿El señor Corner llegó?-le pregunté a Lola la secretaría.
--Sí, hace rato, quiere verte-susurra.
Voy a su oficina, primero toco y escucho un "Adelante".
--Señor, Corner el collar está aquí-le informó.
--Vótelo-me dice sin mirarme.
--¡Cómo!-exclamó.
--No escucho, quiero que lo voté, tírelo dónde quiera no me importa-reveló.
--Dure la mañana entera buscando un collar y me dice que lo vote ¿Dígame la verdad no lo quiere porque está feo o qué?-le pregunto.
--No tengo que darle explicaciones, simplemente lo vota, no lo quiero ver, entendió o se lo explico más bien-me responde, está súper enojado.
--Sabe que usted es... ¿Bipolar?-le pregunto enojada.
--¿Cómo me dijo?-me pregunta.
--Lo que escucho, yo no tengo la culpa de que usted está enojado y no me importa lo que le allá pasado, el collar se queda con usted-respondo.
--Le dije que lo vote y no hablo más-me dice acercándose a mí.
--Usted no me va a intimidar con esa cara-le digo.
Él se acerca mucho más a mí, es la primera cercanía que tengo así con él.
--Quiero que salga de mi oficina ahora porque si se queda-lo interrumpo.
--Que, si me quedo que va a hacer-le reto.
Él respira profundo.
--Señorita Smith, quiero que salga con todo y collar AHORA-me dice muy cabreado.
--Voy a salir porque tengo cosas que hacer, no porque me voy a dejar intimidar por usted, permiso-le respondo.
Doy la vuelta y salgo a mi área de trabajo, estoy muy enojada.
En eso se acerca Lola con la cara asustada.
--¿Qué paso hay dentro se oían sus gritos?-me pregunta.
--Tengo algunas diferencias con el jefe, profundas diferencias-le respondo enojada.
--Déjame decirte, gracias, muchas gracias-expresó.
--¿Por qué?-le pregunto.
--Eres la primera empleada que lo trata así, que lo encara muchas gracias-me dice.
Estamos hablando mientras llega a mi puesto el jefe más mandón que he tenido que soportar.
--Estamos en hora de trabajo, la conversación la pueden dejar para otra hora o lugar-me responde mirándome fijamente.
--Perdón señor-le susurra Lola.
--No tienes que pedirle perdón Lola-le digo.
Él se queda estático, será que me gusta hacerlo enojar.
--¿Cómo dijo?-me pregunta.
--Lo que escucho Lola no tiene la culpa, fui yo que la llame-le respondo con calma.
--Los informes los quiero AHORA-ordena.
--Cuando termine se lo llevó-le contestó.
--No entiendo la palabra A-H-O-R-A-me responde deletreando la palabra.
--Por supuesto que la entiendo, pero si no he terminado que voy a hacer, se lo entregó incompleto o lo va a hacer usted-le sugiero.
--Permiso-anuncia.
Y se va directo a su oficina.
--A ver, ¿Con eso que le dijiste no te despido?-me pregunta Lola.
--No sé ni cómo estoy aquí-digo riéndome.
--Si hubieran sido dos empleadas que están hablando en hora de trabajo, ya deberían estar despedidas-informa.
--Pero esas dos empleadas no somos nosotras, así que a trabajar-le respondo.
Ella se va a hacer su trabajo mientras yo tengo que hacer lo que el jefe me dijo.