Sus dedos fríos y delgados le acariciaron las cejas, como si intentara alisar las arrugas que las rodeaban. Sus labios húmedos se acercaron cada vez más, y finalmente besaron los ojos que la miraban, quemando suave y fervientemente cada uno de sus órganos sensoriales.
¿Quién me tomará de la mano y evitará que me vuelva loco por el resto de mi vida?
¿Quién besará mis ojos y acabará con mi deriva por el resto de mi vida?
¿Quién acariciará mi rostro y calmará la tristeza en el resto de mi vida?
¿Quién calentará mi corazón y derretirá la escarcha y el hielo que han estado allí durante la mitad de mi vida?
¿Quién me tomará en sus brazos y disipará el silencio toda mi vida?
¿Quién despertará mi corazón y me protegerá de toda una vida de dolor?
¿Quién me abandonará y me dejará afligido por el resto de mi vida?
¿Quién puede comprenderme y hacer que mi vida valga la pena?
¿Quién puede ayudarme y hacerme incomparable en todo el mundo durante muchos años?
¿De quién me enamoraré y cambi