La multitud miró la escena conmocionada.
Julianna no podía creerlo y levantó la daga, volviendo a clavarla en el cuerpo de James.
Los resultados fueron los mismos. Ella no podía perforar la piel de James con la daga usando su fuerza.
“¿Cómo?”.
“¡D-Debe ser algún truco sucio! ¿Qué hay escondido dentro de tu ropa?”, rugió Julianna.
Ella no podía creerlo.
Estaba sosteniendo una daga.
Inmediatamente, se acercó a toda prisa con la intención de quitarle la ropa a James.
“¡Oye! ¿Qué estás haciendo? ¡Estas personas lo presenciaron! ¿Por qué me quitas la ropa a plena luz del día?”.
James dio un paso atrás y se mantuvo a cierta distancia de ella.
“Ya acordamos resolver este asunto después de que me apuñalaste dos veces. Ahora que ya me apuñalaste, este será el final”, dijo James.
Los espectadores miraron a James con incredulidad.
La escena fue increíble.
“¡No! ¡Hiciste trampa!”. Julianna no quería dejar ir a James y a Thea tan fácilmente.
Indefenso, James se levantó la camisa.
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