Después de eso, la Emperatriz Heidi esbozó una sonrisa y le dijo a Darryl: "Lo mejor sería si usted está dispuesto a ir. Le estaré profundamente agradecida si puede encontrar la Hierba del Espíritu Fantasmal y resolver mi problema".
Estaba muy emocionada con la sugerencia.
Darryl actuó con humildad y habló con la cabeza gacha: "Usted es muy amable, Su Señoría".
En el fondo de su corazón, se mofó: ‘No espero que me recompenses. Me basta con que dejes de buscarme problemas’.
Una idea apareció en su mente mientras miraba al Espíritu de Nube, que estaba de pie orgullosa: "Su Señoría, no podré terminar la tarea yo solo. Me gustaría solicitar un ayudante".
"¿A quién tienes en mente?", preguntó la Emperatriz Heidi.
Darryl sonrió y señaló con el dedo a Espíritu de Nube: "Ella estará bien".
En realidad, Espíritu de Nube no sería de ninguna ayuda durante el viaje. Sin embargo, había actuado con demasiado orgullo y arrogancia solo porque se creía la confidente de la Emperatriz Heidi, que p