MIA

Sentirme así de segura en los brasos de alguien se siente increíble, y que ese alguien sea Elir lo hace mucho mejor, todo mis muros cayeron de golpe convirtiéndose en escombros y polvos.

No se bien como debería de actuar ahora, levantarme e irme seria muy decortez, pero no puedo quedarme así por más cómodo que sea.

-Elir -logro formular aunque mi rostro esté contra su pecho -gracias.

-y porque me agradeces, solo te abraso es lo menos que puedo hacer por ti.

-pero es más de lo que merezco, después de todo lo que te hice, haberte ocultado por años la existencia de una hija por ejemplo.

-ésto y más lo mereces, pasaste por muchas cosas, para ti fueron muy duras talves para otra persona que solo lo ve como espectador, dirá no fue para tanto, pero nadie, absolutamente nadie puede saber el dolor, la incertidumbre o la ansiedad que tuviste que pasar, ningún dolor es menos que otro.

No podía creer que el me este consolando, lo lógico es que me odie, como se suponía que debía hace