Rebeca permanece inmersa en sus pensamientos a lo largo del día, luchando contra la tristeza que se apoderó de su corazón, mientras se esfuerza por mantener la esperanza de que todo se resolverá de la mejor manera posible. A la mañana siguiente, al despertar, se sorprende por la presencia de todos sus amigos en la habitación, una sonrisa iluminando su rostro, especialmente al recordar el reconfortante sueño que tuvo.
– Buenos días, princesa. – Saluda Susan, depositando un beso gentil en su frente, lo que resulta en una sonrisa agradecida de Rebeca.
– Richard, ¿cuáles son las últimas noticias sobre Alex? – Pregunta, ansiosa, buscando información sobre el estado de su amado.
– Desafortunadamente, su condición aún no ha mejorado. – Responde Richard, con una leve expresión de desánimo.
– Pero va a estar bien, lo siento. Tuve un sueño con él y estoy segura de que Alex no me dejará. Volverá a mí, compartimos un amor demasiado fuerte para disiparse así. – Afirma, una sonrisa iluminando su ro