Shaun cargó a Catherine y corrió hacia la mansión sin pensarlo dos veces.

El mayordomo pronto trajo al médico. Teniendo en cuenta su herida profunda, Catherine necesitaba recibir una inyección para reducir la inflamación.

Catherine siguió soportando el dolor. El dolor no era nada siempre y cuando Shaun no se enterara.

Por otro lado, Shaun tenía el corazón roto y se culpó a sí mismo. "La próxima vez que vayas a la playa, me aseguraré de estar contigo en todo momento para que no vuelvas a hacer nada peligroso".

Catherine no dijo una palabra. Ella había estado viviendo una vida como si estuviera en la cárcel estos días. Si la vigilaba o no, no importaba.

…

Por la noche, Catherine se acurrucó en el sofá del balcón y se distrajo.

Ella estaba muerta del aburrimiento. Aquí, ella no podía jugar con su celular, ver televisión o ir de compras. Ella tampoco conocía a nadie más aquí. Aparte de leer ocasionalmente, solo podía mirar al vacío todos los días.

"¿Estás aburrida?". Shaun salió