Thomas dejó el teléfono y dijo con indignación, “El Joven Amo Hill es un desalmado. Casi mueres, pero él está tan despreocupado. Ay, Sarah, ¿crees que están hartos de tu táctica de suicidio?”.

“Cállate”. Sarah lo fulminó con la mirada. “¿Crees que me gusta hacer esto? Él se negó a contestar mis llamadas o a encontrarse conmigo. Tengo que hacerle creer que no tengo nada que ver con el asunto de Logan”.

“Pero creo que sospecha de ti”. Thomas dejó escapar un suspiro. “Creo que deberías renunciar al Primer Joven Amo. El Joven Amo Snow tampoco está mal”.

“No lo menciones. Ese inútil sigue encerrado por la familia Snow”.

Sarah cerró los ojos.

Nadie en Australia podía compararse con un hombre tan sobresaliente como Shaun, por lo que estaba reacia a renunciar a él.

Además, ella estaba realmente enamorada de Shaun. De lo contrario, no se habría quedado a su lado aunque él no se atreviera a tocarla en los últimos tres años.

Esta fue la única vez que Shaun la ignoró cuando fue hospitaliz