"...".

Freya estaba sorprendida.

Miró boquiabierta a Rodney frente a ella. La bonita cara de él se puso ligeramente roja y parecía un poco avergonzado. Por alguna razón, a ella le pareció que era un poco... ¿lindo?

Rodney se burló y fingió que seguía siendo altivo y poderoso, como si fuera un pavo real arrogante. "Como ahora estamos casados, no puedo tener otra mujer que cumpla con mis necesidades. Aunque estés de acuerdo, no puedo hacerlo".

"Oh".

Freya de repente no sabía qué decir. Probablemente era porque no esperaba que él fuera tan consciente. "No lo estás diciendo solo para quedar bien delante de mí, ¿verdad?".

Rodney, que estaba siendo interrogado de nuevo, la miró fijamente. "Lo digo en serio. También estoy tomando en serio esta relación. Freya, nunca he pensado en divorciarme de ti después de casarme".

"¿Qué?". Freya estaba conmocionada. "¿No acordamos esperar hasta que tu tío se convierta en primer ministro...?".

"Te diré la verdad. Desde que nos casamos, estoy dispue