Arlet se puso ligeramente rígido a mi lado, sus manos calientes se pusieron apretadas en mi espalda.
-Por supuesto- me miró con atención- esta es Sasha Salvattore, mi cita
Ja, por supuesto que conocía mi nombre real. Me acababa de dar cuenta de que nunca debería intentar mentirle a Arlet Kovel
Asentí levemente con la cabeza al hombre que estaba frente a nosotros, esperando que fuera suficiente reconocimiento.
En lugar de dejarlo así, tomó mi mano entre las suyas y la presionó contra sus fríos y viscosos labios. Sentí que me encogía, no me gustan las serpientes como él.