Llegamos al hospital y fuimos directo a la cafetería del patio y en una mesa los encontramos charlando.
—¡Que alegría verlos! —se levantó Blake enseguida y me abrazó con cariño mientras me daba un beso en la mejilla.
—Hola Blake —respondí con timidez
—Hola preciosa —esta vez pasé a brazos de Luke. Mientras Blake abrazaba a Dorian.
—Hola Luke, que bueno verte.
—¿Cómo está tu mano? —preguntó enseguida.
—Mejorando, me duele un poco aun cuando toco.
—Mejorará, lo prometo. Igual puedes venir a verme si no pasa.
—Gracias, encontré unos ejercicios para hacer y me ayuda con el dolor.
—Muero de hambre, busquemos algo de comer —insistió mi ángel y nos dirigimos hasta el bufet. Yo tom&ea