Las palabras de Layla dieron a entender que, aunque él siguiera en Cambrode, ella no estaría con él.

Eric comprendió lo que quería decir, pero mantuvo la compostura. "Veré si hay otros lugares turísticos aparte de este".

"Mi asistente ha elaborado un plan de viaje. Le pediré que te lo envíe", dijo Layla.

"Claro. ¿Por qué tu asistente no ha venido contigo?", preguntó Eric.

"Ella también vendrá hoy. Le dije que viniera con nosotros, pero dijo que iría sola porque no quería estorbarnos".

…

Una hora más tarde, el coche se detuvo al pie de la montaña.

Era un lugar famoso para los turistas, así que estaba abarrotado de gente.

"La nieve no es tan pesada aquí", dijo Eric después de bajarse. "Ponte bien el gorro y la bufanda. Aquí la temperatura es más baja".

Layla se puso el gorro y la bufanda, tapándose todo menos los ojos.

Aunque ya tenía veinticinco años, sus ojos seguían pareciendo tan inocentes y puros como los de una niña.

La miró a los ojos y le recordó: "Guantes".

Layla s